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DOLOR ABDOMINAL EN NIÑOS PDF Imprimir E-mail

    Antes de nada, informarles que sobre este tema, hay libros que se dedican enteramente a él.

    Deduzcan conmigo que poco se puede decir, en una sola página.

    Como siempre les indico, en estos temas tan amplios y de difícil diagnostico, deben consultar,

con el pediatra
, cualquier situación que consideren anormal. Él la valorará en su justa medida.

    Aquí solo quiero llamar la atención sobre unas determinadas situaciones. Deseo que con ello

se puedan prevenir algunas consecuencias desagradables.

    Su importancia y su localización varia con la edad. Es muy difícil, en un opúsculo como este,

enseñar a valorar el dolor abdominal.

    Daré unas normas sencillas que servirán para alertar sobre algunos problemas.

LACTANTES

 

    Primero, han de tener la seguridad que le duele el abdomen y no es reflejo de otra patología

como puede ser una otitis, amigdalitis, etc.

    Si hay seguridad que solo les duele la "barriguita", lo más probable es que sea problema de gases.

    Ante esta situación, han de buscar la causa. A veces, es una cosa tan sencilla como que el agujero

de la tetina es muy estrecho y han de hacer mucha fuerza para alimentarse.

    En otras, respiran con dificultad por la nariz o bien la posición del biberón y la tetina, no es la

adecuada (la tetina debe estar totalmente llena de leche).

    Tener presente que el intestino del niño no produce gases y que, en todos los caos, la presencia

de gases en el abdomen es debida a la ingestión, Entre las causas más frecuentes, destacamos el catarro

nasal y/o el acto de alimentarse.

    Si se acompañan de diarrea y los dolores son fuertes, debemos pensar en una intolerancia a la

leche.

    Si expulsan, por recto, solo mucosidades con hilos de sangre, deben acudir a su pediatra por si se

tratase de una invaginación. Insisto, si no hay diarrea previa y solo echa mucosidades mezcladas con sangre.

    Ahora bien, si después de haber padecido una gastroenteritis aguda o la están sufriendo, es normal

que, ante la gran irritación de la mucosa intestinal, veamos mezclados con las heces mocos e hilos de sangre.

    Es importante, que si conjuntamente al dolor abdominal, existe afectación del estado general,

acudan a la consulta de su pediatra.

    El dolor que pasa con unos pequeños masajes abdominales o con tratamientos sencillos a base de

anises, carece de importancia.

    Hay un capítulo que presenta peculiaridades especiales. Me refiero al llamado: "Cólico

vespertino" o "Cólico de los tres meses".

    Como su nombre indica se presenta al atardecer y no desaparece hasta entrada la noche. También

se le da el segundo nombre por cuanto suele desaparecer alrededor de cumplir los tres meses de vida.

    Aparece de forma brusca, el niño encoge las piernas y emite gritos de dolor. Duran estos cólicos

sobre 20-30 minutos y cede. Pero, enseguida y bruscamente, se vuelve a presentar y continúan estos

cuadros hasta la noche.

    Parece que les va a pasar cuando expulsan gases o cuando se les coge al "colo". A veces, cede

al darle comida, pero a continuación repite el proceso.

    El tratamiento que le cure definitivamente esta entidad no existe. Se dan medicamentos paliativos

y, lo mejor, es saber que dentro de unos meses habrá desaparecido sin dejar secuelas.

 

 

NIÑOS MAYORES

 

    Estos pacientes les pueden ayudar a una mejor localización y gravedad; pero también les pueden

engañar si lo que buscan es llamar la atención o evitar hacer algo.

    Lo utilizarían en su provecho y como solución.

    En algunos cuadros, es de vital importancia, en su estricto sentido, hacer un pronto diagnóstico y

actuar rápidamente. Sirva de ejemplo, la apendicitis.

    Pero, en la mayoría, los cuadros que presentan los niños son recurrentes y tenemos tiempo a

valorar el caso, estudiarlo y poner el tratamiento adecuado.

    Las estadísticas hacen que al dolor abdominal lo tengamos, los pediatras, muy presente.

    El dolor agudo y pasajero no representa gravedad en el niño y se podrá achacar a múltiples

factores que van desde el frío, los nervios ante un problema escolar o alimentación inadecuada tanto

en cantidad como en productos.

    El agudo y acompañado de otra sintomatología ya es más valorable y ha de ser estudiado en ese

momento por si existiesen complicaciones.

    Hablaremos, a continuación, de otro problema que es el "dolor abdominal recidivante" que es

el que más nos obliga a pensar a los médicos.

    En el Current Opinion in Pediatrics de nov.-dic. del 96 se cita un trabajo no publicado de Hyams

en que dice que, en los niños de enseñanza primaria y secundaria la cifra de niños que presenta este

cuadro es el 20%.

    Suelen ser alteraciones gastrointestinales que puede tratar el mismo pediatra, aunque algún caso

pudiera tener que derivarse al gastroenterólogo infantil. Muchas veces, se hará para tranquilidad de la

familia (razón a tener muy en cuenta).

    Se hará siempre una historia detallada. Es importantísimo pararse en su realización, pues muchas

veces nos dará el diagnóstico y nos conducirá en la dirección correcta.

    A continuación una exploración física exhaustiva.

    Como pruebas complementarias haremos pocas cosas: rutinario de sangre, orina y heces, que

no son muy costosas. Valoraremos también una ecografía abdominal.

    Posteriormente consideraremos la necesidad de otras pruebas más agresivas para el niño

(radiología con contraste, TAC, etc,).

    En estas situaciones los pediatras nunca infravaloramos lo que nos manifiesta el niño y sus

padres.

    Los niños simuladores son poco frecuentes y fáciles de detectar para un clínico.

 

 

Hay cuatro cuadros entre los más importantes:

 

    * Síndrome de Intestino Irritable: Un grupo de expertos lo ha definido como "una combinación variable de los síntomas gastrointestinales crónicos o recurrentes sin poder ser explicados por alteraciones estructurales o bioquímicas".
    * Intolerancia a los carbohidratos: Destaca sobre todas la "Intolerancia a la Lactosa, aunque hay otros que también ocasionan cuadros recidivantes de dolor abdominal.
    * Enfermedad péptica: Incluimos aquí desde la esofagitis, a la dispepsia no ulcerosa, a la gastritis antral, hasta una clara enfermedad ulcerosa.
    * Enfermedad inflamatoria intestinal: El dolor abdominal recurrente es una característica en la mayoría de los niños que tienen la Enfermedad de Crohn.

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