Diabetes mellitus, es un grupo de enfermedades metabólicas
caracterizadas por hiperglucemia (aumento de los niveles de glucosa
en sangre), resultado de defectos en la secreción de insulina, en su
acción o ambos. Se trata de una compleja enfermedad en la que coexiste
un trastorno global del metabolismo de los hidratos de carbono, grasas
y proteínas. Es multifactorial por la existencia de múltiples factores
implicados en su patogénesis. Se calcula una prevalencia estimada en la
problación adulta del 7,4 % (1995), con un valor esperado de alrededor
del 9% para 2025.
Clasificación
Se clasifica (Según el Comité de expertos de la ADA) en 4 tipos:
a) Diabetes Mellitus tipo 1b) Diabetes Mellitus tipo 2c) Otros tipos de Diabetes Mellitusd) Diabetes gestacional
Diabetes mellitus tipo 1 (Ya no debe usarse el término
Diabetes Insulino dependiente), característicamente se da en la época
temprana de la vida y se caracteriza por un deficit absoluto de
insulina, dado por la destrucción de las células beta del páncreas
por procesos autoinmunes ó idiopáticos. Sólo cerca de 1 en 20 personas
diabéticas tiene diabetes tipo 1, la cual se presenta más
frecuentemente en jóvenes y niños. Este tipo de diabetes se conocía
como diabetes mellitus insulinodependiente o diabetes juvenil. En ella,
las células beta del páncreas no producen insulina o apenas producen.
En los primeros años de la enfermedad suelen quedar reservas
pancreáticas que permiten una secreción mínima de insulina (este
período se denomina luna de miel).
Diabetes mellitus tipo 2 (Ya no debe usarse el término Diabetes
no insulino dependiente), que se caracteriza por un complejo mecanismo
fisiopatológico, que se caracteriza por el deficit relativo de
producción de insulina y por una deficiente utilización periférica por
los tejidos de glucosa (resistencia a la insulina).Se desarrola a
menudo en etapas adultas de la vida, y es muy frecuente la asociación
con la obesidad; anteriormente llamada diabetes del adulto, diabetes relacionada con la obesidad, diabetes no insulino dependiente.
Varios fármacos y otras causas pueden, sin embargo, causar este tipo de
diabetes. Es muy frecuente la diabetes tipo 2 asociada a la toma
prolongada de corticoides, frecuentemente asociada a la hemocromatosis no tratada.
Diabetes mellitus tipo 3 otros tipos de diabetes < 5% de todos los casos diagnósticado:
Tipo 3A: defecto genético en las células beta.Tipo 3B: resitencia a la
insulina determinada genéticamente.Tipo 3C: enfermedades del
páncreas.Tipo 3D: causada por defectos hormonales.Tipo 3E: causada por
compuetso químicos o fármacos.
Tanto en la diabetes tipo 1 como en la tipo 2, como en la
gestacional, el objetivo del tratamiento es restaurar los niveles
glucémicos normales, entre 70 y 105 mg/dl. En la diabetes tipo 1 y en
la diabetes gestacional se aplica un tratamiento sustitutivo de
insulina o análogos de la insulina. En la diabetes tipo 2 puede
aplicarse un tratamiento sustitutivo de insulina o análogos, o bien, un
tratamiento con antidiabéticos orales.
Para determinar si el tratamiento está dando resultados adecuados se
realiza una prueba llamada hemoglobina glucosilada (HbA1c ó A1c). Una
persona No-diabética tiene una HbA1c < 6 %. El tratamiento debería
acercar los resultados de la A1c lo máximo posible a estos valores.
Un amplio estudio denominado DDCT demostró que
buenos resultados en
la A1c durante años reducen o incluso eliminan la aparición de
complicaciones tradicionalmente asociadas a la diabetes: insuficiencia
renal crónica, retinopatía diabética, neuropatía periférica, etc.
Un tratamiento completo de la diabetes debe de incluir una dieta
sana (como, por ejemplo, la dieta mediterránea) y ejercicio físico
moderado y habitual. Asimismo conviene eliminar otros factores de
riesgo cuando aparecen al mismo tiempo como la hipercolesterolemia.
Para conseguir un buen control de la Diabetes Mellitus, en todos los
tipos de ésta, es imprescindible la Educación Terapéutica en Diabetes
que, impartida por profesionales sanitarios específicamente formados en
Educación Terapéutica en Diabetes (médicos o enfermeros/as-Educadores
Terapéuticos en Diabetes-), persigue el adiestramiento de la persona
con Diabetes y de las personas cercanas a ella, para conseguir un buen
control de su enfermedad, modificando los hábitos que fuesen
necesarios, para el buen seguimiento del tratamiento (Dieta + Ejercicio
Físico + Tratamiento medicamentoso-si precisa-).
La diabetes mellitus era ya conocida antes de la era cristiana. En el papiro de Ebers
también se refirió a la diabetes. En los siglos posteriores no se
encuentran en los escritos médicos referencias a esta enfermedad hasta
que, en el siglo XI,
descubierto en Egipto, correspondiente al siglo XV antes de Cristo, ya
se describen síntomas
que parecen corresponder a la diabetes. Fue Areteo de Capadocia quien,
en el siglo II de la era cristiana, le dio a esta afección el nombre de
diabetes, que significa en griego sifón, refiriéndose al signo más
llamativo que es la eliminación exagerada de agua por el riñón,
expresando que el agua entraba y salía del organismo del diabético sin
fijarse en él. En el siglo II GalenoAvicena habla con clara precisión
de esta afección en su famoso Canon de la Medicina. Tras un largo
intervalo fue Tomás
Willis
quien, en 1679, hizo una descripción magistral de la diabetes, quedando
desde entonces reconocida por su sintomatología como entidad clínica.
Fue él quien, refiriéndose al sabor dulce de la orina, le dio el nombre
de diabetes mellitus (sabor a miel). En 1775 Dopson identificó la
presencia de glucosa
en la orina. La primera observación necrópsica en un diabético fue
realizada por Cawley y publicada en el “London Medical Journal” en
1788. Casi en la misma época el inglés Rollo consiguió mejorías
notables con un régimen rico en proteínas y grasas y limitado en
hidratos de carbono. Los primeros trabajos experimentales relacionados
con el metabolismo de los glúcidos fueron realizados por Claude Bernard
quien descubrió, en 1848, el glucógeno
hepático y provocó la aparición de glucosa en la orina excitando los
centros bulbares. En la segunda mitad del siglo XIX el gran clínico
francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad
y de la vida sedentaria en el origen de la diabetes y marcó las normas
para el tratamiento dietético, basándolo en la restricción de los
glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta. Los trabajos clínicos
y anatomopatológicos adquirieron gran importancia a fines del siglo
pasado, en manos de Frerichs, Cantani, Naunyn, Lanceraux, etc. y
culminaron con las experiencias de pancreatectomía en el perro,
realizadas por Mering y Minkowski en 1889. La búsqueda de la presunta
hormona producida por las células descritas en el páncreas,
en 1869, por Langerhans, se inició de inmediato. Hedon, Gley, Laguesse
y Sabolev estuvieron muy cerca del ansiado triunfo, pero éste
correspondió, en 1921, a los jóvenes canadienses Banting y Best,
quienes consiguieron aislar la insulina
y demostrar su efecto hipoglucemiante. Este descubrimiento significó
una de las más grandes conquistas médicas del siglo actual, porque
transformó el porvenir y la vida de los diabéticos y abrió amplios
horizontes en el campo experimental y biológico para el estudio de la
diabetes y del metabolismo de los glúcidos.
En un principio se pensaba que el factor que predisponia para la enfermedad era un consumo alto de hidratos de carbono
de rápida absorción. Después se vio que no había un aumento de las
probabilidades de contraer diabetes mellitus en relación con los
hidratos de carbono de asimilación lenta.
Actualmente se piensa que los factores más importantes en la aparición
de una diabetes tipo 2 son, además de unas posibles resistencia a la
insulina e intolerancia a la glucosa, el exceso de peso y la falta de
ejercicio. Para la diabetes tipo 1 priman, fundamentalmente, la
herencia genética, o bien, alguna patología que influya en el
funcionamiento del páncreas (diabetes tipo 1 fulminante).
La actividad física mejora la administración de las reservas de
azúcares del cuerpo y actúa de reguladora de las glucemias. Las
reservas de Glucógeno aumentan y se dosifican mejor cuando el cuerpo está en forma, ya que las grasas
se queman con más facilidad, reservando más los hidratos de carbono
para esfuerzo intensos o en caso de que la actividad sea muy larga que
las reservas aguanten más tiempo. |